No reniego de esta etapa que he pasado en tu compañía.
He aprendido mucho. He pensado lo inimaginable. He leído hermosas palabras de grandes escritores.
Sí, confieso que a veces salía de tu manto a buscar otras palabras, y a menudo las he encontrado en quienes también estaban contigo, a menudo contra su voluntad.
Además, tus últimos acompañantes no me caen muy bien, la verdad. A pesar de que a algunos no me atrevo a ponerles nombre, quizá por no querer creer que tan cerca los haya tenido.
Además, tus últimos acompañantes no me caen muy bien, la verdad. A pesar de que a algunos no me atrevo a ponerles nombre, quizá por no querer creer que tan cerca los haya tenido.
Es esto un hasta nunca?
No lo sé, pero es mi
firme intención que tampoco sea un hasta luego;
dejémoslo en
Adiós, soledad
Hola sueños