Infamia

Se despide este mes de marzo con una nueva infamia golpeando a todas las personas de bien.

Un malnacido ha sido capaz de asesinar a la madre de sus hijos y a estos mismos.

¿Cómo es posible tanta infamia?
¿Qué le circula a este sujeto por las venas?
¿Qué cortocircuito en las neuronas puede llegar a tres y sucesivos abyectos asesinatos a sangre fría?

Prometí en la entrada del día de la mujer ir reflejando aquí aportaciones de otros que creo que ayudan en esta larga tarea.

Y la que reproduzo aquí me ha llegado hoy mismo.
Los hombres tenemos mucho que aprender.
Yo, el primero. Confieso

11 sencillas cosas que los hombres pueden hacer por el feminismo

Escucha.

publicado 28 de Marzo de 2017, 1:52 p.m.

Beatriz Serrano

Redactora de BuzzFeed, España

https://www.buzzfeed.com/beatrizserranomolina/papel-hombre-en-el-feminismo?utm_term=.dr414xxGq#.glK1qGGy7

Día de la mujer

De entre todos los "días internacional de..." es éste quizá el que más me llama a hacer algo por la causa.

Aun a riesgo de deslizarme por lugares comunes, todos los días son el día de la mujer.
No solo por sumar más de la mitad de la población mundial, si no porque cada día son asesinadas, violadas, maltratadas, explotadas, esclavizadas, menospreciadas... por el simple hecho de ser mujeres.
Cada día nos estremecen los noticiarios con nuevas y más espeluznantes muertes de mujeres a manos de quienes se creen sus amos.
Quiero rendir mi personal homenaje a todas las que luchan y denuncian a sus agresores, y a las que callan y aguantan -por las razones que sean, no soy nadie para juzgarlas, faltaría más- años de calvario; y por supuesto, mi emotivo recuerdo a tantas y tantas a las que un malnacido arrebató la vida. Y a las que ayudan  a otras a intentar salir del infierno.

Me gustaría poder pensar que esta lacra es pasajera, que un día acabará, pero a veces, la verdad, no alcanzo a imaginar cómo ni cuándo.


Un abrazo para todas las mujeres.

Piel

Dalí. Nacimiento de una divinidad

La piel, de no rozarla con otra piel
se va agrietando... 

Los labios, de no rozarlos con otros labios
se van secando...

Los ojos, de no mirarse con otros ojos
se van cerrando...

El cuerpo, de no sentir otro cuerpo cerca
se va olvidando...

El alma, de no entregarse con toda el alma
se va muriendo.


Bertolt Brecht